Translate

martes, 28 de abril de 2015

El misterio de Doppelgänger

Álesmir llama a la puerta de la capitanía del puerto, a pesar de las horas una voz le dice que pase. Es un viejo enano de barbas blancas que fuma una pipa quien le espera en el interior. Fiel a su costumbre, el semi-elfo saluda a su interlocutor en su lengua. “Vaya, un semi-elfo hablando enano, quién iba a decirlo.” El tono del enano expresa sorpresa en vez de desagrado (al contrario que con el herrero). “Estaba buscando información. Querría saber si una elfa llamada Tínfale salió por barco de la ciudad.” El enano se levanta tras dar varias caladas a su pipa y se dirige a unos cajones. De ellos extrae unos libros y tras un rato ojeando levanta la mirada de ellos. “No ha salido por barco chico. ¿Asuntos personales o de negocios.” “Personales.” Responde este apesadumbrado. “Bueno, entonces te recomiendo que hables con Kelson Thistton, el dueño de los establos. Nada entra o sale de esta ciudad sin que él se entere”.
Mientras Álesmir vuelve camino al banquete, una sombra se desliza a su lado. A pesar de no poder verla bien, entiende a la perfección el mensaje que ha susurrado en su oído. “Sombra os espera.”
El elfo y el eladrín llegan a la taberna donde se celebra el banquete al tiempo que Quarion – quien acaba de notar su ausencia – salía en su búsqueda. A lo lejos, los tres divisan al semi-efo corriendo hacia ellos. En cuanto esté los alcanza, les informa de lo ocurrido. Sombra les está esperando así que parten en dirección al río donde, dentro de una carreta, Sombra les espera impaciente. “Ya creía que no veníais.” Espeta mientras tiende unas vendas a los aventureros. “ponéoslas en los ojos.”
El carruaje traquetea y se mueve sin que ninguno de los cuatro pueda percibir nada del exterior, pues una fuerte magia bloquea sus sentidos. Cuando por fin se detienen, Sombra los guía por un sinfín de escaleras hasta un lugar frío y húmedo, donde finalmente les permite retirarse las vendas.
Al hacerlo, observan que se encuentran en una sala de piedra oscura, sin nada destacable.
Sombra se aleja un poco, saca un pergamino, lanza unos polvos al aire y de pronto, una enorme pira de fuego surge, en la cual, poco a poco, se va percibiendo  la figura de un hombre. Doppelgänger.
“Bienvenidos, aventureros, os he traído aquí para solicitar vuestra ayuda en una misión que, de fracasar, pondría en peligro miles de vidas.”
“¿Qué sabes de los bandidos?” Grita Élencor enfurecido. “Dímelo”
“Mis conocimientos son muy extensos y podría facilitaros la información que buscáis cada uno de vosotros, pero lamento tener que retenerla en aras de lograr vuestra colaboración.”
“¿Entonces sabes dónde encontrar a Tínfale?”  Es ahora Quarion quién habla, sin percibir la mirada de curiosidad que suscitado en su compañero semi-elfo.
“Como ya he dicho, puedo responder a todas vuestras preguntas, pero no hasta que la tarea que os tengo reservada sea resuelta.”
“Pues en eso caso, ves directo al grano.” Le insta Álesmir
“Está bien, Orcus, el príncipe oscuro, pretende invadir la morada de la reina cuervo y tomar el trono, aprovechando la época de las cosechas, momento en el cual los planos en los que habitan ambos se hallaran más cerca. Sombra ya me ha informado que habéis logrado infiltraros en la secta, pero que debéis superar una prueba.”
“Quieren que saqueemos una caravana dentro de tres días.” Responde el elfo.
“No cabe duda… El objeto que transporta esa caravana debe ser un cristal mágico. Orcus pretende usarlo para abrir un portal el tiempo suficiente para alcanzar a la reina cuervo. Pero no debéis preocuparos, vosotros seguid con la tarea que os han encomendado para ganaros su confianza, conseguidles el cristal y al mismo tiempo, traedme ciertos ingredientes a mí, pues conozco un ritual con el que podremos derrotar a Orcus.”
“Pero, ¿matar a un dios no rompería el equilibrio?” Pregunta Élencor.
“Sí, pero Orcus no es un dios, es un príncipe demoniaco, esa es la razón por la que no debe lograr sus objetivos, pues si la reina cuervo cae, el equilibrio también. Pero como ya os he dicho, conozco un ritual. Desgraciadamente, unos fatídicos sucesos me han debilitado y por tanto yo mismo no puedo obtener los ingredientes y es ahí donde entráis vosotros, traedme lo que necesito y detendremos a Orcus.”
“Un momento – interrumpió Álesmir -  todo eso está muy bien, pero no me parece que darles ese cristal sea una buena idea, creo que necesitamos un plan B. Has dicho que ese Orcus lo necesita para mantener el portal ¿no? Pues yo propongo robarlo y esconderlo donde no puedan encontrarlo, pero al mismo tiempo, con ayuda de nuestro mago eladrín, crear una copia, así en caso de que ese ritual falle, tendremos otra oportunidad de arreglar el problema.”
“Debo admitir que pese a ser un semi-elfo, usas la cabeza” Elogió Élencor.
“De acuerdo” Dice la figura llameante. “Ahora anotad. Necesitaremos: El tomo prohibido de Vecna; resurrección de la tumba, un tarro hermético de vida y… un corazón de dragón negro.”

lunes, 13 de abril de 2015

Expediente Edduard Harowl - La Llamada de Cthulhu (Parte 3)

No tardaron en encontrar a Julius y ponerse al día. El arqueólogo se asombró tanto, como lo habían hecho sus compañeros al escuchar la historia que relataba el diario del desaparecido Harowl.
    Aquel pueblo empezaba a pasar factura a sus tranquilas y mortales mentes. Ciudades construidas en el mundo de los sueños. Un Freak de lo paranormal y fanático de los extraterrestres, que creía en civilizaciones más antiguas que la mismísima creación y, ¿cómo no? en entes divinos capaces de exterminar toda vida en la tierra tan solo con pensarlo. Pero lo peor de todo era que al avanzar la investigación la cordura y la sensatez iban perdiendo sentido.

    La información del informe policial y la del diario no fue suficiente para trazar una nueva ruta en la investigación, a ciegas, tantearon las posibilidades que tenían y todo indicó a una única persona, el patrón de Edduard. Localizaron la mansión de Arnold H. Lovehigs sin dificultad alguna, pues era la única en todo el pueblo que hacía gala de esplendor, en contraste con el resto de casas de los trabajadores. El mayordomo del señor Lovehigs fue quien recibió a los curiosos investigadores, tras invitarles a esperar en el recibidor de la mansión, se perdió entre la inmensidad de los pasillos en busca del señor de la casa. Un anciano en bata apareció caminando lentamente, mientras guardaba su equilibrio ayudado por un bastón con empuñadura de marfil. Con un gesto de cabeza saludó a los desconocidos y extendiendo su mano se presentó; fue poca la información que extrajeron de aquella incursión. El desaparecido Edduard no era originario de la zona, se mudó con su tío, al parecer único pariente. Era taciturno y hombre de pocas palabras, hacía poco por hacer amigos, aun así, era apreciado en Brexton. Cuando enfermó a causa del estrés el señor Lovehigs se encargó de costearle los cuidados y medicamentos, así como asistencia cualificada de expertos en la mente y el comportamiento humano. El hombre alegó que aquella empresa era como una gran familia, y cada empleado y empleada eran como hijos o hermanos. Sin más que aquel anciano pudiera hacer se despidió de los investigadores, no sin antes invitarles a volver si lo creían preciso y facilitándoles la dirección del psiquiatra que trató a Edduard.

    La desilusión anidó en los desalentados investigadores tras una reunión exprés de última hora, la cual no abrió nuevas vías de investigación, salvo que el señor Harowl tomaba fármacos experimentales, cuyos efectos secundarios eran, entre otros muchos, delirios y alucinaciones. Esto fue como un jarro de agua fría, pues todo lo que había contado el director de La Luz Primigenia, y que habían conseguido ir cuadrando con el fragmento de diario, quedaba relegado a la triste historia de un enfermo magnificada por un loco. Después de aquello decidieron irse a dormir para aclarar ideas. La decisión más acertada del día.

   A la mañana siguiente El Cultivo parecía un criadero de nervios. Había más gente de la habitual, todo embadurnado de un gran revuelo; una figura se posaba imponente en la barra, mientras apuraba el café. Chareles, el dueño del bar, se acercó a los investigadores y les presentó al doctor Harold Grey. Este les explicó a que se debía todo el alboroto de buena mañana, pues la pequeña de los Wayland había caído inconsciente de forma repentina.

lunes, 6 de abril de 2015

Haciendo amigos

La situación en el banquete no difiere un ápice de la noche anterior salvo que esta vez ningún enano interrumpió y por tanto, Élencor no tardó en aprovechar el menor descuido para escabullirse de sus compañeros. Sin embargo, esto no pasó desapercibido por Cáralos, quién al verle marcharse, decidió seguirle. Álesmir, al comprobar que sus dos compañeros habían desaparecido mientras estaba despistado, decidió imitarlos y marcharse por su cuenta. Quarion, por su parte, no notó la ausencia de sus aliados, pues estaba demasiado ocupado comiendo todas las delicias que circulaban por su mesa. Sin duda, ser un héroe es lo mejor que le ha podido ocurrir a su estómago.

Élencor puso rumbo a una posada de los suburbios, aún no había anochecido pero la encontró cerrada, cosa que le inquietó. Un rápido vistazo le bastó para percir una tenue luz a través de las ventanas. Sigilosamente, acercó sus grandes orejas élficas a la puerta y prestando atención pudo escuchar gentío hablar pero nada de interés. De pronto, se percató de una presencia a su espalda. Al volverse, estaba Cáralos. “Me estás siguiendo.” Le ruge el elfo. “Bueno, ahora somos compañeros, has desaparecido y eso me ha extrañado. Si tienes algún asunto, deberías confiar en nosotros.” “Que te quede claro, no necesito vuestra ayuda y yo resuelvo mis asuntos solo, así que no vuelvas a meterte donde no te llama.”

sábado, 4 de abril de 2015

Nivel 9 - La revista de Rol


Cuando se es estudiante se tiene tiempo para hacer muchas cosas (o al menos se tiene la predisposición), tanto que al final si no te organizas acabas haciendo... nada. Aunque es bien sabido que "un mago nunca llega tarde ni pronto, llega cuando se lo propone", pero uno tiene alma (y ficha de PJ) de Paladín, así que no hay excusa. La reseña llega un poco tarde, pero ha llegado.

Nivel 9 es el proyecto, con publicación bimensual, de la editorial NosoloRol y el grupo creativo Colectivo 9. (Una imagen vale más que 1.000 palabras así que aquí tenéis una con el estupendo Staff de este número).


Antes de profundizar en el contenido comentaremos que, a título personal, nos parece que la portada de este primer número de la revista, de Javier Charro, es muy acertada. La sencillez de una PJ armada, con un alto contenido en detalles, que en una perfecta simbiosis de colores cálidos, nos transmite una tranquilidad y paz que romperá el éxtasis interno del contenido.

Abrimos boca con el artículo editorial "Retorno al principio" de Manuel J.Sueiro, coordinador editorial, es una gran carta de presentación. "Una revista centrada en nuestros juegos, pero con cabida para material genérico y sistemas libres". Hemos leído la revista íntegramente y nos ha dejado un buen sabor de boca. Nos ha parecido espectacular la tira cómica, toda una oda a los roleros dibujantes, esperamos que nunca pierdan las ganas de seguir plasmando a sus PJs.

Bueno, ya toca ponerse algo más serios y hablar un poco del contenido de la revista, y decimos un poco porque este número nos trae nada más y nada menos que cuatro ayudas de juego, tres artículos, dos aventuras, dos escenarios y una ambientación; así que, muy a nuestro pesar, y no pudiendo hablar de todo, tocaremos dos o tres cosas sobre el contenido que más nos afecta por poder llevarlo a la práctica (sin desmerecer ninguna sección, ni texto ya que como bien se ha dicho antes, tras leer la revista íntegramente todas las secciones nos han parecido, en su gran mayoría muy acertadas). Si queréis saber más pues... a leer la revista, que podéis encontrarla en la web en formato digital (PDF) a 5€ y en formato físico a 8.90€.

Nos gustaría resaltar la primera ayuda de juego “La vieja (y nueva) aparición del camino…” un texto de Ricard Ibánez (por Aquelarre y otras colaboraciones lo conoceréis). Tras comentar la muy conocida leyenda de la mujer de la curva, nos encontramos con un aluvión informativo sobre supuestos testigos que exponen con detalle su experiencia vivida, con dicha mujer/aparición. Las ubicaciones son diversas a lo extenso del globo, las finalidades parecen estar clasificadas en uno de los dos ejes principales, vida o muerte, siendo así la aparición o bien nos distrae intentando provocarnos un accidente fatal, o por su contra, nos avisa, ayudando a esquivar la muerte que ella no pudo, para desaparecer y dejarnos con un mal cuerpo, sin entender muy bien que acaba de ocurrir. Otro punto recalcable de esta ayuda que nos brinda Ibañez es que el artículo contiene valores de juego de criaturas mitológicas de la tradición peninsular para el juego de rol Aquelarre, y fichas de monstruos para Fragmentos.

De esta ayuda de juego damos un salto a la ambientación de Reflejo, el juego de rol de Jordi Martín e ilustrado por Jorge Carrero. “Por alguna razón, existen dos Tierras, idénticas y distintas a la vez. Una es esta. Un jodido mundo acabado donde todos se preocupan sólo de sí mismos, donde la única ley que impera es la del más fuerte. ¿Pero qué te voy a contar a ti? Tú lo has sufrido tanto como yo… Después está el otro mundo. Por lo que me han contado los de allí, tampoco es que la gente sea mucho mejor que la de aquí, pero al menos han llegado a un tipo de consenso para vivir en comunidad e instaurar unas leyes que los intentan proteger. En ese mundo aún no se han cargado la naturaleza, aunque van por buen camino”. En este juego, todo lo que existe en una tierra tiene su homónimo en la otra, pero no tiene porque ser una copia exacta, bien podría ser justo todo lo contrario en el otro mundo. Pero hay una peculiaridad, los Sinreflejo. Gente que, por alguna razón ha nacido sin su homónimo en el otro mundo, así que puede viajar de uno a otro a su antojo, ocupando la vida que se ha quedado vacía por su reflejo (de existir). Pero claro, no todo es tan mágico y sencillo, hay ciertas organizaciones interesadas en capturar a estas personas y…  casi que será mejor que no lo hagan. Nos ha parecido una ambientación muy tentadora de ser probada.

Por último, tras un debate interno para tomar la decisión, hablaremos de “Drogas en la narración” de Mikel Montero. Pues sí, sin hacer apología de las drogas, haremos una inmersión en los tipos de drogas y sus efectos, pero claro, sus efectos explicados y adaptados para una partida de rol. Además de todo el trabajo que se ha realizado para elaborar el contenido de esta ayuda para el juego, la cantidad de información que encontramos, todo bien atado para que sea bien fácil aplicar estos efectos a las partidas, vemos una genialidad el giro que le puede dar a cualquier partida (sea la ambientación que sea) el introducir cualquiera de estas sustancias, con sus efectos positivos y negativos, con el consentimiento o no de sus jugadores ( y es ahí donde queríamos llegar). Tu tienes muy bien estructurado en tu cabeza como es tu PJ, como se comporta frente a ciertas situaciones pero… ¿Qué pasaría si alguien o algo te obliga a ingerir una sustancia que altera tu comportamiento? ¿Sabremos adaptarnos a la situación? Nosotros, personalmente, ya estamos dándole vueltas (más bien es faena de nuestro master) a cuál será nuestra próxima partida y cómo introducir estas “drogas en la narración”.

Por nuestra parte nada más, aunque no hayamos hablado de otras genialidades de la revista como entrevistas, escenarios, artículos, etc. Si que hemos de decir que sabemos que agradar a todos y todas es muy complicado, que hay secciones que compartimos más y otras menos. Por ejemplo, sin ir más lejos, si dependieran las secciones de la revista de nuestro master ,sabemos que sólo viviría de Ayudas de juego y ambientación (por suerte no le piden opinión a él y no forma parte del grupo creativo). Encontramos en esta revista un gran aporte y una gran labor a la esfera rolera y desde Tardes de Rol esperamos que puedan convertirse en referente.

Nota: Todas la imagenes publicadas en este artículo han sido extraidas de la revista digital Nivel 9. Su uso es únicamente informativo.